Cordura, locura y yo.

-¿Hola?
-Hola. Si, ¿qué tal?
-¿Quién sos?
-Tu "yo interior".
-¿Y qué hacés acá?
-Se supone que tengo que dar una opinión sobre lo que hagas, para que no hagas locuras.
-¿Y a esta altura de mi vida querés empezar?
-No me dejaste hacerlo antes...
-Me gusta hacer locuras.
-No deberías.
-¿Por qué?
-No sé, la sociedad dice que no deberías. Si hacés locuras, estás loca, si estás loca, estás mal.
-Si sos mi "yo interior" ¿no tendrías que ser algo como yo? ¿Qué importa lo que dice la sociedad?
-Que sea una parte tuya, no quiere decir que piense igual. Mi trabajo es pensar diferente, para que tengas un debate conmigo y consideres todas las opciones.
-Eso lo venís haciendo hace rato, me mareás.
-Es lo que tengo que hacer.
-Está bien, no te lo discuto. Volvamos a mi locura. ¿Por qué te molesta?
-Porque no puedo convivir con ella, no podés tener dos "yo interior" y que uno esté loco encima.
-¿Por qué no puedo?
-Porque nadie los tiene.
-Bueno, yo si, fin de la discusión.
-No, no, la discusión no se acabó.
-¿Tenés algo más que decir?
-La discusión no se acaba hasta que no se vaya la locura.
-La locura se queda, eso no se discute.
-Entonces me voy yo.
-Vos también te quedás, me necesito cuerda.
-¿Alguna vez te vas a decidir?
-Estoy decidida, se quedan las dos.
-¿Por qué?
-¿Por qué te molesta? Siempre fue así, nunca te quejaste, no tenés por qué hacerlo ahora.
-¿Y yo no puedo opinar?
-¿Vos quién sos?
-Tu locura.
-¿Por qué se mete? ¡Yo estaba hablando con vos!
-Estoy acá también, puedo hablar con ella.
-Ya, no discutan, no me interesa. Dije que se quedan las dos, y fin.
-¡No puedo quedarme con ella! No puedo escuchar lo que dice. No puedo vivir con ella si siempre está haciendo locuras. Me niego, no quiero hacerlo, se rie y no entiendo, no ve las cosas de forma objetiva, las ve como quiere, las distorciona. ¿Cómo alguien puede vivir así?
-Justamente por eso se queda.
-Vos tampoco sos perfecta, y yo no me quejo. No es divertido teñirme de colores si siempre criticás. No es divertido reir abajo de la lluvia si siempre chillás que está mal. No es divertido bailar y reirse si siempre estás diciendo que a los demás les parezco ridícula.
-Justamente por eso se queda la cordura también.
-No entiendo.
-Yo menos, no hay nada divertido en esto.
-¡Es porque no todo tiene que ser divertido!
-¿¡Y entonces qué gracia tiene vivir!?
-Ya escuché suficiente, tengo cosas que hacer, ¿pueden terminar con esto de una vez?
-Acá la que tiene que terminarlo sos vos. Todavía no nos aclaraste nada, ¿locura o cordura?
-Ambas.
-No entiendo. No podés tener ambas. ¿Por qué ambas? ¿Cómo hacemos para convivir juntas?
-Se mezclan.
-¿Mezclarnos? Es imposible, somos muy diferentes.
-Por eso, compleméntense. Si la locura quiere hacer algo, dejala, yo voy a saber cuando detenerla. Y si la cordura quiere advertirme y preocuparse de algo sobre el resto, dejala también, yo voy a saber controlarla. Cordura: necesito a la locura. Locura: necesito a la cordura. Aprendan a llevarse bien, es necesario.
-No es mala idea...
-Hm, no, no tanta. Y si nos necesita, suena lógico.
-Por mi está bien.
-Para mi también está bien.
-Gracias. ¿Tanto lío para esto? ¿No podían descubrirlo solas?
-No, para cosas así estás vos para aclararnos.
-Está bien, problema solucionado entonces. ¿Alguna cosa más?
-Hmm...si, yo necesito algo más...
-¿Qué pasa locura?
-Quiero un pony...
-Si...un pony suena bien...
-¡¿Un pony?! ¿A ustedes qué les pasa?
-Esperá cordura, sería divertido, podríamos teñirlo de algún color...
-¿Ves? Se complotan contra mi. ¿Sabés lo caro que sería un pony? ¿Y el cuidado que hay que tenerle?
-Vos siempre fijándote en esas cosas. ¡Un pony sería hermoso! ¿Qué importa lo demás?
-No, la cordura tiene razón, un pony es mucho lío...
-¡Ya me arruinaste la idea del pony! ¿Estás feliz?
-Si, porque tengo la razón.
-Aff, no discutan más, por favor.
-Bueno. ¿Y qué tal un avestruz?
-¡Te decimos que no al pony ¿y querés un avestruz?!
-Aii, dale, ¿me vas a decir que vos no querés uno?
-Bueno, quizás...pero lo compartimos.
-Genial. Un avestruz sería divertido. Podríamos dejarlo en el jardín y comer huevos de avestruz.
-Adoro salir ganando algo siempre...nadie puede vivir sin locura, nadie puede vivir sin mi.